LA TV UNA MENTIRA

Siempre he defendido la tesis de que la realidad no es mas que una linda mentira bien contada. Aunque esta sentencia es válida en muchos escenarios, hago hincapié cuando hablamos de hacer televisión.

Todo lo que ocurre en la televisión no es mas que una mentira que nos creemos una y otra vez en cada capítulo de una novela, o de un noticiero, de un documental o de un programa cualquiera. Hablamos de una realidad ¨real¨, creíble y verdadera. Una realidad que confundimos a diario con la ficción y no obstante sigue siendo realidad.

Hoy jovencitas y jovencitos, todos ellos inquietos estudiantes, han despertado para la mentira. Aquella que nos hace reir, llorar, suspirar y hasta estremecernos. Una mentira que nos cuenta la realidad, o mejor, realidades, muchas realidades: realidades reales, realidades no reales, pero todas al tiempo dentro de la mentira que nos creemos en la televisión.

Y no se trata de generar conjeturas con este juego de palabras simples. La televisión mírese por donde se mire, al igual que el cine, y el video, son la mentira que para ser creíble, realidad y verdadera, debe ser bien contada, independiente de lo que cuente.

Y si no lo creen: ¿Cuántos de ustedes no han llorado ante una escena impactante y triste que pasa en televisión? Y lo peor es que sus lágrimas fueron de verdad mientras la realidad que vio en esa escena fue irreal en una novela, fue una mentira.

O ¿cuántos de ustedes pueden afirmar que es verdad y que es real que un edificio, un carro e inclusive varias personas con su tamaño natural, quepan sin duda alguna y de la manera más natural dentro de un espacio de apenas 14, o 21 o 29 pugadas...?

Todos asumimos que es real lo que en nuestras 3 dimensiones vemos y no entendemos como en sólo 2 dimensiones de la pantalla la realidad y la verdad no se modifica.

Un noticiero que nos cuenta realidades, nos muestra como verdad y realidad, el paso de un carro fúnebre en cámara lenta y con música y violines, al momento, vemos como real el soldado ensangrentado vestido verdaderamente de militar y con un fusil verdadero y muere de verdad. Que diferencia en esta verdad real mostrada dentro de una mentira cuando el soldado que vimos no fue el mismo que realmente vivió lo que vivió horas antes, en una realidad que no se edita, que no se musicaliza, que no tiene presentadores.

Y que parecido el uniforme, el fusil, su sangre y su muerte, dentro del programa siguiente en el que otro soldado, tiene un uniforme de utilería que parece real, sangre que parece real, un fusil igual al real y protagonizado por un actor real que hace parecer que su muerte es real. Igual sentimos la tristeza y lamentamos su muerte no real.

En ambos casos, cuando vemos, le creemos y si en alguno de los casos no le creemos, fue porque la mentira fue mal contada.

Estos jóvenes y jovencitas ya conocen la mentira y saben distinguirla de la realidad real. Pero ya hoy podemos darles la bienvenida al mundo de los perfectos mentirosos, aquellos que nos harán soñar, vivir historias y contarnos realidades reales e irreales a través de este increíble instrumento que nos hace verdaderos.

No todos están llamados a ser perfectos mentirosos, pero aquí comienza su profesión. Comunicadores sociales y periodistas a quienes pretendemos iniciar y contagiarlos de lo bello que es contar mentiras verdaderas y verdaderas mentiras en imágenes sucesivas que pasan.

Estos muchachos y muchachas, no alcanzan aun a imaginar de lo que son capaces de hacer. De lo que pueden alcanzar. Todos van llenos de sueños y expectativas de vida para las que tratamos de darles las herramientas necesarias en una cátedra universitaria que pretende ensañarles en un semestre lo mágico de televisión.

Todos llegan al final de su materia llenos de ilusiones y muestran orgullosos lo que para ellos es su PRIMERA PRODUCCION AUDIOVISUAL, el primer programa de televisión, la OPERA PRIMA, que jamás imaginaron que podía hacer cuando aun eran pequeños.

La calidad de muchos de estos trabajos, permite augurar un excelente futuro. Los mentirosos perfectos que todos neceitamos para que nos hagan soñar con historias, noticias y demás mensajes producidos para la televisión.

Hoy quiero reconocer y felicitar a estos productores nacientes, como directores en semilla, como guionistas y soñadores. Hoy quiero además recordarle a cada joven en su etapa de inicio y construcciñon, que ante un buen producto audiovisual, lo natural es otro mejor que debe ser producto de la exigencia, la disciplina, la ètica y el respeto por la imagen y la dedicación acompañada de paciencia. Quiero felicitarlos y recordarles que siempre se puede y que en la televisión màs que en la verdadera realidad, todo es posible.

Siempre afirmaré que no hay nada mejor que hacer lo que a uno le gusta y que se es afortunado si además le pagan por hacerlo. Yo tengo esa fortuna gracias a quienes en su momento me apoyaron y es mi intención que la universidad sea el epacio de apoyo que ellos necesitan y que estos muchachos y muchachas, tengan la misma fortuna.

Es así como cada padre de familia debe reflexionar sobre lo que su hijo o hija estará haciendo cuando lo ve sentado en frente de un televisior. Puede que ese padre o madre se sienta contrariado y tenga en sus labios la tediosa frase que reclama la pérdida de tiempo viendo programas mientras pudiese estar haciendo otras cosas de mayor interés, pero no piensen que están perdiendo el tiempo. Seguramente están trabajando o estudiando la televisión y hay que apoyarlos. Puede que esten trabajando y planeando en como hacer mejor televisión en su futuro.

A todos los jóvenes nuevos creadores audiovisuales hay que decirles de corazón: que la televisión los acompañe en las buenas y en las malas. Suéñenla, piénsenla, cámbienla, analícenla. No hay nada mas irreal que la misma realidad que no puedan contar en imágenes, lo demás hasta la misma realidad es otra mentira. Hoy solo ustedes son los protagonistas y quienes podrán distinguir la verdad y la mentira dentro de las realidades no reales o reales.

Busquen hacer de la imagen un santuario y hacer que los productos audiovisuales y la televisión, sea siempre mejor, traten de contar siempre mejores mentiras. A los nuevos creadores audiovisuales, Nuevamente….Bienvenidos a la mentira.

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