Sin que existan precedentes en la reciente historia de la economía colombiana, la moneda de referencia internacional para nuestro país, el dólar norteamericano, registra la más vertiginosa caída en su cotización, mostrándola como una moneda débil y frágil que no logra estabilizarse fortaleciendo el, hasta ahora, el devaluado peso.
Y es que luego de décadas de crecer su valor paulatinamente reflejando los niveles de pobreza del país y la difícil situación de la economía colombiana, la balanza se ha invertido y es la revaluación del peso la que muestra otro panorama del crecimiento económico, la prosperidad y la debilidad del dólar.
Pero aunque esto pareciera ser una buena noticia para el país dado que existe dinero en las calles y dólares por montones gracias a la exponencial llegada divisas con motivo de las fuertes inversiones de empresas extranjeras en el territorio nacional y que se dan por la confianza de las mismas en el mercado colombiano; no son tan buenas cuando gran parte de la economía interna se había basado en el juego de la devaluación, como ocurre con el sector exportador.
Las políticas monetarias no calcularon nunca que la moneda nórdica pudiera sufrir tal caída y siempre confiaron en la estabilidad de la economía de los Estados Unidos como potencia industrializada del mundo. Pero esta apuesta en el tiempo que hizo que la dependencia de nuestro peso cambiara de tener sus reservas internacionales del oro para quedar en manos del dólar, hoy le juegan una mala pasada a esas políticas.
Si bien se pensaba que la economía norteamericana por sus dimensiones y abundancia podría dar estabilidad, muestra hoy que todo era parte del espejismo y que va hacia abajo en comparación con las economías europeas, japonesa, hindú y china. Da también cuenta del inicio de una depresión que apunta a ser parecida a la ocurrida en los años 20 pero que puede generar un efecto dominó tras el juego de la economía global.
Colombia tiene hoy en sus manos el reto de volver a estabilizar la divisa, de modificar el juego cambiario y la dependencia del dólar y sobre todo, de cambiar las políticas de pagos exportadoras. Debe aprovechar para abonar pagos a la deuda externa a fin de deshacerse de dólares circulantes ya que con menos pesos paga mas dólares y debe incrementar las inversiones en el exterior.
Si bien no soy experto en economía y este es un análisis de calle, es tal vez, el reflejo de la percepción cotidiana del ciudadano de a pié que vive la economía como parte de sus finanzas diarias y que comprende que con menos pesos podrá comprar mejores televisores, computadores, vehículos, que entiende que le es mas barato viajar al exterior, pero que quien vende hacia afuera sentirá que pierde mucho dinero.
El dólar hoy cae en su valor y retrocede en el tiempo casi una década. Un dolar, vale en nuestros revaluados pesos hoy lo que valía con los devaluados pesos de 1998. La divisa cerró la semana en 1985 pesos, significando esto, que nuestra moneda se fortalece y con ella la economía. Esta buena noticia es también una de las peores si continúa esta caída que va con toda su fuerza.