No es cuestión de imagen pero sí es cuestión de imagen
Publicadas por José Ignacio Penagos Hincapié a la(s) 8:41 a. m.Por: José Ignacio Penagos H.
Aunque el título pareciera ser confuso se trata del típico "sí pero no" al que estamos acostumbrados los colombianos y que en este caso -que se expondrá a continuación- alcanza implicaciones importantes para la imagen de nuestro país en el exterior y con ello el efecto dominó que esto tiene en el trato a los colombianos, al temor de visitar el país por parte del turismo internacional, la inversión externa en nuestro país, en los procesos de cooperación internacional y cosas por el estilo.
Y es que tenemos al rededor del mismo tema varios problemas encabezados por los medios de comunicación y prensa que despachan para el mundo solo lo malo del país como si fuera la única realidad existente, lo secundan los políticos irresponsables que por su condición alcanzan auditorios e influyentes oídos que solo escuchan las desgracias y problemas de un país como si fuera también la única realidad existente y lo remata la posición lastimera que llevan los delegados de los gobiernos fuera del país en donde creen que la llamada "comunidad internacional" puede solucionar los problemas que nosotros mismos no solucionamos como si para esa comunidad, Colombia fuera importante.
En el país luego nos quejamos de que nos cierran las fronteras por el solo hecho de ser colombianos, de que nos recortan las ayudas internacionales para inversión o infraestructura, de que nos ponen en las listas negras de países a visitar pese a nuestro potencial turístico, de que somos mirados con recelo y como parias en todas partes y hasta comparados con Irak, Sudan, Somalia, Ruanda, Afganistán, cuando quienes hemos podido viajar vemos que eso no es verdad y que estamos en mejores condiciones que los mismos países vecinos que comparten mejor imagen y son mas pobres.
Luego frente a estas quejas desde el mismo Gobierno Nacional y de allí las administraciones locales y regionales se gastan millones en campañas y viajes que pretenden dar a conocer la verdadera imagen de Colombia, la de un país que lucha, que trabaja, que vive y que tiene grandes recursos, posibilidades y mayoría de gente honesta, trabajadora y pacífica. En esto está desde "Colombia es Pasión", hasta las comisiones regionales y locales de alcaldes que viajan a países con sus delegaciones, pasando por el Vicepresidente que busca mostrar que los conflictos políticos y armados no tienen la participación activa de los 45 millones de colombianos sino a unos grupos que están enfrentados en el monte y que las ciudades son tan respetables y decentes como cualquier otra.
Pero como si fuera poco, luego de mostrar exclusivamente nuestros escándalos políticos, fallas militares, problemas sociales, conflictos internos y hasta chismes negativos de conflictos familiares que por morbo se fijan en las primeras páginas de los periódicos y de regar nuestra mala imagen por todas partes del mundo; entonces reclamamos ante organismos multilaterales y la misma comunidad internacional que no nos veten, que nos miren de otra forma como en el caso de buscar ser sede del mundial de fútbol.
Pero es que esa estrategia que en otrora dio sus resultados de internacionalizar los problemas para que por lástima nos dieran dinero a través de mesas de donantes y ayudas para planes de intervención y con ellos solucionarlos ante la carente inversión y pobreza de las finanzas públicas, ya no nos funciona y por el contrario lo que ha hecho es ponernos en una situación que realmente nos llevarán a la pobreza.
Ahora nadie quiere tener que ver con Colombia salvo algunas empresas transnacionales que están invirtiendo en algunos sectores económicos buscando la forma de sacar partido y pescar en río revuelto y obtener beneficios económicos con inversiones itinerantes que serán retiradas cuando ya no sean rentables.
Entre tanto se endurecen las políticas fronterizas y migratorias que impiden que el colombiano se pueda mover libremente por el planeta. Ya nos estábamos acostumbrando a esos problemas en los Estados Unidos y Europa pero ahora las endurecen mas para los colombianos y como si fuera poco hasta países menos que el nuestro se atreve a mirarnos con sospecha como el caso de los africanos y los asiáticos.
Todo esto culpa de los medios de comunicación nacionales y agencias de noticias que se ensañaron pensando que la única información que le interesa al mundo sobre Colombia, es la que habla mal de ella. O la de los políticos y Ong´s que en el desarrollo de su derecho a atacar al gobierno, no separa ni establece límites y ataca es al país entero lesionando a los millones de colombianos que luchan y trabajan y que no quieren saber de problemas.
Es hora de hacer un alto y reflexionar en esto y de comenzar a generar campañas de recomposición de nuestra imagen y de trabajar internamente en la solución de nuestros problemas. La sabia frase popular dice que la "ropa sucia se lava en casa", pero nosotros no hemos cumplido con ello y seguimos mostrando y dando pié para documentales como el de Buñuel "No le cuentes a mamá que estoy en Colombia" que no dista nada de lo que estamos acostumbrados a mostrar en el cine, la prensa, la televisión y en nuestras misiones internacionales.
Es hora de hacer una verdadera campaña que no solo vaya con un corazón pintado en las alas de los aviones de Avianca y que nadie en el exterior sabe que significa y lo ven como si fuera el nuevo logotipo de la aerolínea y no como eso de Colombia es Pasión. Hay que ser mas agresivos dejando de difundir por el mundo las noticias lastimeras del colombiano que se mete por las escaleras de la Plaza España en Roma que le pasa a rumanos, árabes, chinos, alemanes como consta en los registros policiales italianas.
No se trata de ocultar o tapar lo malo que el país tiene, pero es que lo malo está suficientemente conocido y ya no es noticia, es mirado como normal. Se trata de que también mostremos otras caras: la de la gente trabajadora que son mas y que es mejor que la de los pocos que empuñan las armas y matan; de la gente que ayuda y sirve a los demás, que son mas y es mejor que la de los pocos que trafican con droga; de la cara de sus paisajes y bellezas naturales, que son mas y mejores que los que arroja la imagen de la selva de la guerrilla, de los paramilitares y los sicarios.
Los ciudadanos convencionales que somos mas ya estamos cansados de que unos pocos jueguen con nosotros y pedimos que todo esto que pasa con los problema internos se solucionen aquí sin sacrificar la imagen del país en el exterior porque si bien no es cuestión de imagen, si es cuestión de imagen.