Por: José Ignacio Penagos
Rodrigo Granda ha respondido con despotismo a la actitud del gobierno colombiano de otorgarle la libertad con la esperanza de encontrar en él un gestor para la paz. Por el contrario, el canciller de las Farc, dice que no es él quien sea gestor y que depende de las órdenes que le de el secretariado del grupo guerrillero pero sí se muestra como voz autorizada para exigir nuevamente el despeje de los municipios de Florida y Pradera en el Valle.

Como todo diplomático trató políticamente sus relaciones internacionales con el presidente de Francia Nicolás Sarkozy a quien agradeció la gestión para su liberación, pero descalificó la decisión del presidente Uribe a quién acusó de oportunista al liberarlo junto con un grupo que calificó de reinsertados, no guerrilleros y traidores de las Farc.

Granda en un comunicado entregado ayer a los medios de comunicación se pronunció desde la Conferencia Episcopal en donde se encuentra por el momento mientras se establecen las reglas de juego de su liberación y que lo conducirá a Francia, Suiza o Dinamarca.

Entre tanto las familias de los secuestrados si bien se mantienen pendientes de como evoluciona este paso dado por el Gobierno Nacional, tratan de ser optimistas pero ven que es difícil que las Farc respondan positivamente pero no olvidan que ya en su página, el grupo subversivo rechazó la excarcelación.

Las autoridades ecleciásticas por su parte, son mas optimistas y esperan que el tiempo que pasará Granda en la Conferencia Episcopal, le sirva para reflexionar sobre su papel en la liberación de los secuestrados.

El Gobierno Colombiano se ha protegido desde ya y, de la misma manera como Granda ha dejado en manos de las Farc la aceptación se su gestión de paz, ha dejado en manos de Francia las gestiones y los resultados de la liberación de Granda, toda vez que fuera Sarkozy, quien sugiriera su liberación.

Finalmente, queda también por esperar el curso que tome la solicitud de extradición que formalizará el gobierno de Paraguay. La justicia paraguaya reclama a Rodrigo Granda por un proceso que se le sigue por el asesinato de Cecilia Cubas.

Así las cosas es bueno recordar que las Farc no tienen solo a 56 secuestrados sino a mas de 1500 retenidos de los cuales 56 son políticos, policías y soldados; pero el resto de las personas retenidas también deben ser liberadas y no pueden ser olvidadas por el gobierno al momento de exigir la liberación de secuestrados.