De la crisis económica de España a la verdadera crisis

Por: José Ignacio Penagos H.

No basta mas que con escuchar la radio o encender la televisión para ver como en España se desgasta de manera torpe la palabra crisis.

Hasta hace muy pocas semanas era fácil encontrar a aquél ciudadano en la calle o en un bar, llenándose la boca de decir que España es la octava economía del mundo, pero inexplicablemente, hoy se colectivizó la palabra crisis y lo peor: el sentimiento de crisis en una sociedad de economía sana.

Si bien se experimentan alzas excesivas y sensibles y protestas por esas alzas, aún el español promedio tiene con que pagarlas y afrontarlas manteniendo el bienestar. No es una crisis lo que está pasando. Es un efecto mundial a lo efecto dominó que avanza en el proceso de equilibrarse nuevamente dentro de unos modelos económicos globalizados que generan "algo" de desestabilidad, pero jamás crisis y menos en este país.

Si en España, como lo quieren acuñar los medios y algunos sectores políticos, hay crisis, entonces que hay en países donde en realidad si hay crisis como algunos de Africa, Asia y Suramérica?. Las cosas -y mas- los efectos económicos hay que llamarlos por su verdadero nombre y esta no es precisamente una crisis.

Insistir en recomponer la dimensión del significado de la palabra crisis, es gastarse la palabra y entonces ¿qué palabra se utilizaría para describir una verdadera crisis?. Seguramente en los medios se podrá utilizar cualquiera que se quiera redefinir en un intento por reinventarse el significado de una nueva que reemplace la gastada hoy y esta práctica no es sana ni responsable con la sociedad ni con el lenguaje.

Lo que se tiene en el momento es un "momento difícil" de la economía que es fácilmente superable si no se juega al efecto rumor como se está haciendo y que conlleva a que en algún momento sí se tenga que hablar de crisis, por ese juego irresponsable de hacer creer que en realidad hay una crisis cuando no la hay.

El hablar de crisis sin existir tiene un riesgo social muy alto que afecta a las finanzas reales de los ciudadanos, casi igual a uno de aquellos cuentos de Gabriel García Márquez en donde una persona acuña el rumor de que "algo grave va a pasar" y los habitantes de un pueblo comienzan a enterarse de que "algo grave va a pasar" y por temor a que eso pase, comienzan a abandonar el pueblo; hasta que al final del día ya nadie quedaba en el pueblo salvo aquél que inició el rumor y quien para sí mismo se dijo "yo tenía razón desde esta mañana de que "algo grave iba a pasar".

Con el juego de hacer creer que hay crisis, se hace que el temor a esta misma conlleve a que la gente no ponga a circular su dinero como de costumbre, a que los comerciantes y proveedores guarden sus productos y a que precisamente suban los precios. Por temor, saldrán sindicatos y trabajadores de todos los sectores a protestar por las alzas y los bajos salarios suspendiendo sus labores diarias, alterando la producción que se disminuye y por ende se redunda en menos dinero. El temor lleva a que nadie gaste lo que tiene que gastar, que nadie salga a vacaciones por temor, a que nadie invierta, nadie produzca, nadie compre y nadie viva de manera normal hasta que de verdad se llega a una crisis.

Si bien las dinámicas económicas tienen dificultades en este momentos y las situación se hace complicada, hay que leer que la mejor forma de atacar las crisis económicas es trabajando, produciendo lo que está escaso y más en un país como este donde se goza de especial sanidad económica. Es extraño, pero todos quieren que les suban los salarios, pero nadie acepta que le suban el pan y dentro de la lógica mundial a la que le apostó occidente, esto no es posible.

Podía decirse en palabras coloquiales que España no está en crisis, pero tiene un catarro que seguramente logrará vencer, pues los comportamientos inestables de la economía son mundiales y antes que colapsar la economía española lo harían muchísimos países antes que alertarían y permitirían saber como llevar el tema a los responsables, como se está haciendo. Son alertas tempranas que los sistemas como este han desarrollado y ponen en marcha.

Finalmente queda en reflexión que uno de los motores de esta difícil situación económica la motiva el petróleo que crece su cotización en dólares americanos, pero aunque no sea a la misma proporción, hay que recordar que el dólar está bajando de precio en todos los mercados y que en el interés de hacer creer que se acerca una crisis del petróleo, están detrás quienes están capitalizando fortunas con este otro juego, entre ellos quienes tienen la expectativa de vender coches ecológicos en una época en que el mercado se atreve a decir que no se venden coches o que ha disminuido su venta, salvo los ecológicos.

Bien por el medio ambiente, pero mal por el oportunismo de hacer creer lo que no es.

0 Comments:

Post a Comment