Por: José Ignacio Penagos H.
En una espectacular operación de inteligancia militar denominada Operación Jaque (como primera fase del Jaque-Mate que el Gobienro colombiano se propuso darle a las Farc), fue rescatada la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancurt, secuestrada por las Farc en 23 de febrero del 2002 cuando adelantaba su campaña presidencial en los poblados selváticos del sur del país.
El operativo fue limpio, sin disparar un solo tiro, sin enfrentamientos, sin combates en medio de una estrategia de operación encubierta tras la infiltración por parte del Ejército al comando central del secretariado de las FARC. Aprovechando la certera y oportuna información que el Ejército colombiano logró obtener, se pudo precisar que tras los contactos realizados durante la semana anterior entre los funcionarios franceses y suizos con el nuevo comandante de las Farc, Alfonso Cano, éste pidió que le fueran trasladados hasta su campamento a Ingrid Betancur, los 3 norteamericanos y 11 de los militares y policías que tenían en su poder en un campamento internado en la selva para poder tenerlos cerca y poder establecer el verdadero estado de salud de estos y poder así proseguir en sus contactos de negociación con los mediadores extranjeros.
Para ese traslado, Alfonso Cano, dispuso el envío de unos helicópteros y fijó las coordenadas que el Ejército de Colombia logró interceptar y conocer de manera confiable. Así las cosas, en tiempo record se preparó el operativo en donde los militares colombianos se hicieron pasar por guerrilleros y enviaron horas antes los helicópteros encubiertos que los jefes guerrilleros respondables de la custodia de los secuestrados confundieron con los que esperaban desde el Secretariado Central. Al aterrizar los helicópteros blancos, descendieron los militares colombianos con uniformes de la guerrilla y con camisetas del Ché Guevara.
Los guerrilleros de las Farc, permitieron sin problemas que uno a uno, Ingrid Betancurt, los norteamericanos y los militares se subieran a los helicópteros y que estos despegaran sin saber que acababan de entregar los secuestrados al Ejército colombiano. Dentro del helicóptero, los militares sigueron con su actuación y amarraron y encadenaron de pies y manos a los pasajeros. Igualmente, en uno de esos helicópteros, le pidieron al jefe guerrillero encargado de la custodia, que se subiera al helicóptero para que realizara la entrega de los secuestrado personalmente al comandante de las Farc. Ya en el aire, Alias César, fue notiicado de su arresto. Al tiempo, en el aire, los militares colombianos neutralizaron a los escoltas guerrilleros y dijeron a los pasajeros: "Somos el Ejército de Colombia, están libres, bienvenidos a la libertad". Con sorpresa los exsecuestrados rompieron en lágrimas y emoción mientras fueron desatados.
La trampa resultó con éxito dejando ahora a solo 27 soldados y policías y quitándole a las Farc el arma de negociación con la que mayor presión se ejercía que era Ingrid Betancur, con lo que los analistas internacionales del conficto, ven que no tiene ahora sentido que las Farc, mantengan en cautiverio a estos militares y esperan que los esfuerzos del Ejército y el Gobierno no se limiten a esta acción y logren la libertad de quienes quedan.
El Ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, por su parte, hizo un llamado a las Farc para que retomen la vía del diálogo mientras las familias de las víctimas de secuestro, están espectántes de que su tormento termine.