Guinea Bissau, nueva meca del narcotráfico suramericano

Guinea Bessau, es un pequeño país africano conformado por una porcion continental y un archipiélago de decenas de pequeñas islas colmadas de selva tropical. Reconocido como país independiente en 1974, esta excolonia portuguesa ha vivido su reciente historia, en medio de la inestabilidad política, una guerra civil y la existencia de grupos de guerrillas que promueven continuos golpes de estado.

Precisamente, esa inestabilidad política ha servido de caldo de cultivo para que los perseguidos cárteles de la droga de suramérica, se establezcan en este país, que no posee la fuerza pública ni recursos suficientes para controlar a los narcotraficantes que se esconden en las pequeñas islas.


Como si fuera poco, el narcotráfico ha aprovechado la necesidad económica de las guerrillas para enfrentarse al gobierno y a las autoridades, que tienen suficientes preocupaciones tratando de buscar la estabilidad política del país amenazado contastemente por golpes de estado.

Ante la constante persecución de los cárteles de la droga que han generado la desarticulación de los grandes cárteles colombianos, los narcotraficantes venezolanos, peruanos, brasileros argentinos y la narcoguerilla colombiana de las Farc; aprendieron a evadir los controles internacionales y han encontrado nuevas rutas para la distribución de la cocaína aprovechando las selvas poco controladas tanto en suramérica como en África.

Las nuevas rutas a través de Venezuela y el poco control de la costas del atlántico, le han valido al gobierno venezolano duras críticas del nuevo presidente de los Estados Unidos Barack Obama sobre la falta de colaboración de Chávez en la lucha contra el narcotráfico.

Estas críticas son directa referencia a la creciente salida de lanchas rápidas de Venezuela, cargadas con pasta de coca que se acopia en grandes barcos nodriza en aguas internacionales del atlántico y que atraviesan con destino a África; en donde se repite la acción: el barco nodriza ancla en aguas internacionales, y lanchas rápidas se mimetizan entre las pequeñas islas que sirven de bodegas para almacenar la coca que luego es llevada hacia Europa.

En los últimos 5 años, Guinea Bissau ha visto incrementar la población de suramericanos, muchos de ellos han ingresado como turistas y gracias a la corrupción, han logrado permear esferas de poder que les otorgan papeles legales que les permiten transitar como nacionales de ese país, por toda África.

Los narcotraficantes suramericanos han logrado manipular con su dinero, la voluntad militar y política de éste y otros países africanos como Cabo Verde y Senegal. Al tiempo han logrado manipular las tensiones internas para que las autoridades se ocupen más de sus problemas internos que de controlar a los cárteles camuflados en sus islas.

Dentro de las estrategias de los narcotraficantes en Guinea Bissau, se encuentra la de apoyar a las guerrillas contrarias al gobierno para lograr aun más la desestabilización, toda vez que el presidente Vieira se ha comprometido inernacionalmente con la Unión Europea y los Estados Unidos, en la lucha contra el narcotráfico.

Hoy el mundo se despierta con dos noticias sucesivas de Guinea Bissau, la muerte del jefe del estado mayor Batista Tagme Na Wai y la supuesta muerte del presidente Joao Bernardo Vieira, en lo que parece un nuevo golpe de estado.

La inestabiidad política se vuelve mas crítica y el conflictivo país africano se hunde con su millón y medio de habitantes en la desorientación; pero la casualidad o la fatalidad se unen y en medio del conflicto, es el narcotráfico quien mas sale fortalecido.

La nueva meca del narcotráfico suramericano encontró su nuevo santuario.

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